Este frío día (incluso nos nevó) visitamos unos de los barrios imprescindibles de Praga: el barrio judío (Josefov). Por la tarde, visitamos el Parque Letna y asistimos a una obra de un teatro de marionetas, muy típicos en la ciudad.
Índice
Mala Strana
Iglesia de San Nicolás de Mala Strana
Es una de las tres que este santo tiene consagradas en la ciudad. Su historia se remonta a la Batalla de la Montaña Blanca de 1620, cuando los católicos vencieron a los protestantes. Tras la victoria, los católicos impusieron en la ciudad sus gustos barrocos, siendo esta iglesia su máximo exponente.
Exteriormente, destacan su gran cúpula y el campanario, visible desde varios puntos de la ciudad.
En el interior hay varios elementos donde merece la pena detenerse: los frescos de la cúpula, de más de 50 metros de altura; el púlpito, una de las mejores obras del barroco, decorado por numerosas pinturas y esculturas de artistas de la época ó el órgano barroco, del cual se dice que lo tocó Mozart en su visita a la ciudad en 1787:
Malostranska
En esta plaza se encuentra un monumento dedicado al movimiento de resistencia a la ocupación nazi de Checoslovaquia, ocurrida entre 1938 y 1945:
Rudolfinum
Sala de conciertos (S. XIX), de estilo renacentista, hogar de la filarmónica checa, donde se realizan conciertos de música clásica de primer nivel:
Josefov (Barrio Judío)
Este barrio se formó cuando las dos comunidades judías existentes en la Edad Media se unieron. Una comunidad tenía su núcleo alrededor de la Sinagoga Staronova (Vieja-Nueva) y la otra alrededor de la Sinagoga Española.
El nombre de Josefov es en honor a José II, gobernante que integró a los judíos en la vida de la ciudad:
A finales del S. XIX las autoridades reformaron por completo la zona, destruyendo las viejas casas judías aunque conservando las sinagogas, el cementerio y el ayuntamiento, así como multitud de edificios preciosos, más recientes:
Ayuntamiento del Barrio Judío
Construido a finales del S. XVI ha sufrido varias remodelaciones, la última a principios del S. XX. En él destaca la Torre del Reloj:
La verdadera razón de acercarse a este barrio, es la visita a las seis sinagogas que se conservan en pie, algo sorprendente teniendo en cuenta que la ciudad fue ocupada por los nazis durante la WWII.
El motivo de su conservación es bastante siniestro, pues los nazis pretendían convertir la zona en un museo sobre aquella «raza extinta» que, estaban convencidos, acabarían siendo los judíos.
Sinagoga Alta
También llamada Sinagoga Wysoka, fue construida en el S. XVI, en estilo renacentista. Fue financiada por uno de los alcaldes más recordados del barrio, Mordechai Maisel. También es llamada Sinagoga del Ayuntamiento, ya que éste se encuentra justo al lado:
Sinagoga Pinkas
Fundada a mediados del S. XV, está situada a la entrada del famoso Cementerio Judío, por lo que es una de las más visitadas y famosas en el barrio:
En sus paredes están inscritos los nombres de los 77.297 judíos checoslovacos asesinados por los nazis. También contiene una exposición con los dibujos que los niños del Campo de Concentración de Terezin realizaron entre 1942 y 1944:
Antiguo Cementerio Judío
Data de primera mitad del S. XV y cumplió su función hasta finales del S. XVIII:
En él se apilan unas 12000 lápidas, en 12 capas de profundidad:
Se estima que hay más de 100.000 cuerpos enterrados:
Si hay cola para acceder al cementerio, se puede adquirir la entrada en cualquiera de las sinagogas del barrio, y al volver accedes directamente, evitando la cola:
Sinagoga Klausen
En los numerosos incendios de los S. XV y XVI se destruyeron varias sinagogas, entre ellas la Klausen, por lo que la construcción que se contempla hoy en día data de finales del S. XVII, en estilo barroco:
Su interior cuenta con una importante colección de textos en hebreo y con una exposición permanente sobre las tradiciones y costumbres judías:
Es la sinagoga más grande de todo el barrio judío y la segunda más grande de toda la ciudad (por detrás de la Sinagoga de Jerusalen, que se encuentra fuera del Josefov):
Sinagoga Staro-Nova (Vieja-Nueva)
Construida en 1270, es la más antigua de Europa aún en funcionamiento y constituye uno de los primeros edificios góticos de Praga:
Es la única sinagoga de la ciudad que ha conseguido sobrevivir a masacres, incendios y revueltas.
Cuenta la leyenda popular que el Rabino Low ben Becalel (S. XVI) construyó una figura de arcilla que tenía la capacidad de cobrar vida convirtiéndose en un temible monstruo. Dicen que en el ático de la sinagoga se esconde el cuerpo inerte del Golem, esperando a ser despertado. Él es el que la ha protegido de todas las catástrofes protegiendo sus paredes sagradas:
En ella se custodia una colección de objetos religiosos judíos, destacando las lámparas y rejas forjadas:
Sinagoga Maisel
Fue construida a finales del S. XVI como sinagoga privada para el alcalde Mordechai Maisel:
Forma parte del Museo Judío y en su interior se exhibe una gran colección de objetos judíos: libros, objetos decorativos, telas, joyas, …:
Sinagoga Española
Construida en 1868, es la más moderna de las sinagogas del barrio de Josefov, debiendo su nombre a su estilo mediterráneo y decoración morisca, replicando los arabescos de La Alhambra de Granada:
Su interior es el más rico decorado y más impresionante:
Durante tu visita al barrio judío, no sólo encontrarás sinagogas, sino también alguna iglesia cristiana:
Iglesia del Espíritu Santo
Iglesia del S. XIV, construida en estilo gótico. Se alza en la estrecha franja de terreno cristiano que una vez separó a las dos comunidades judías (la del rito oriental y la del occidental) en los tiempos medievales.
La iglesia resultó seriamente dañada en un incendio y aunque se conserva su exterior gótico, el interior fue reconstruido en estilo barroco:
Convento de Santa Inés
Construido en el S. XIII, este extenso recinto lleva el nombre de su fundadora, Inés de Bohemia, princesa del linaje de los Premislitas y una de las grandes figuras de la vida espiritual europea, beatificada en 1989:
Iglesia de San Simón y Judas
Ubicada en el lugar que ocupaba un antiguo hospital con su capilla. En el S. XVIII se reconstruyó en estilo barroco y se instaló un órgano, en el que tocaron importantes personalidades de la música, como por ejemplo Mozart o Joseph Haydn:
Una vez visitado el Josefov, para ir a nuestro siguiente objetivo, el Parque Letna, cruzamos el Moldava por uno de sus numerosos puentes, los cuales arrojaban unas bonitas estampas del Castillo y de la Iglesia de San Nicolás de Mala Strana:
Parque Letna
Al otro lado del barrio judío, atravesando el Čechův most, se encuentra este parque, uno de los principales pulmones de la ciudad:
Antiguamente, en la Edad Media, aquí había una inmensa explanada, que era utilizada por los ejércitos invasores como punto de reunión para intentar tomar el Castillo de Praga. Hoy en día, la principal razón de venir hasta aquí, es subir hasta alguno de sus miradores para tener una vista privilegiada de la ciudad y de los puentes sobre el río Moldava:
Aparte de pasear por sus jardines, hay un par de puntos de interés que quizás te interese visitar: el Metrónomo y el Pabellón Hanavsky.
Metrónomo
En este lugar se levantó un monumento a Joseph Stalin (en 1955, siendo destruido en 1962), siendo reemplazado posteriormente por un metrónomo de 23 metros de altura llamado cariñosamente “La máquina de viajar en el tiempo”:
Pabellon Hanavsky
Edificio neobarroco, actualmente ocupado por un restaurante y café, con vistas privilegiadas sobre la ciudad:
Teatro Nacional de Marionetas
Después de visitar el parque, nos acercamos hasta el Teatro Nacional de Marionetas, uno de los más afamados a nivel mundial. Sus funciones están basadas en obras clásicas de uno de los principales genios de la música: Mozart, donde intervienen un gran conjunto de marionetas elaboradas a mano:
Nosotros concretamente, asistimos a la representación de Don Giovanni, donde se narra las venturas y desventuras amorosas del seductor y arrogante Don Juan. Muy bien caracterizados tanto los personajes como el ambiente de la época (S. XVI):
Al día siguiente, nuestro último en la ciudad, visitaríamos los poco turísticos barrios de Vysehrad y Vinohrad así como el bonito Jardín Vrtbovska.